Aprendizaje, agradecimiento y reconocimiento para marcar la diferencia

Johanna Rodríguez, compañera de limpieza, mostró un gran compromiso con la inclusión al proponer a Karol, una joven con discapacidad auditiva, como su sustituta en vacaciones. Con paciencia y lenguaje de señas, la guió para que pudiera desempeñar su trabajo con independencia y confianza, ayudando a derribar barreras. Su gesto refleja los valores de ISS y es una inspiración.

Desde que Nataly asumió el cargo de encargada de su centro, ha logrado una transformación significativa. Con su liderazgo, mejoró el ambiente laboral, motivó al equipo y fomentó un mayor compromiso. Su dedicación no solo ha optimizado la calidad del servicio, sino que también ha fortalecido la relación con el cliente, haciéndola más fluida y sólida. Su historia es un ejemplo de cómo una gestión enfocada en las personas puede generar grandes resultados.

Consolación es limpiadora de ISS en un banco. Durante un fin de semana, pasó por su centro de trabajo y vio que el cajero automático estaba extremadamente sucio. Aunque era su día libre, nuestra compañera no dudó en ir hasta su casa, buscar materiales de limpieza y dejar el cajero en buenas condiciones. Con esta acción, Consolación ha demostrado iniciativa y un gran compromiso con su trabajo.

Sulema Herrera Arteaga es una compañera comprometida y proactiva, gestionando varios centros con gran dedicación. Siempre busca soluciones rápidas para cubrir ausencias, incluso asumiendo turnos ella misma, y se esfuerza por mantener una imagen impecable de ISS, garantizando un servicio óptimo para clientes y equipo.

Juan, jardinero en Madrid, transformó la renovación de oficinas en una oportunidad solidaria. Al ver que las plantas de interior serían retiradas, gestionó su donación a APASCOVI, fundación que apoya a personas con discapacidad. Con la ayuda de voluntarios, las plantas fueron reubicadas en los viveros de su escuela especial, dándoles una segunda vida. Un gran ejemplo de compromiso con clientes, compañeros y la sociedad.

Mohamed Larbi, responsable de servicio en un hospital en Cataluña, mostró un gran compañerismo al aprender por sí mismo el lenguaje de signos para comunicarse con su compañera Mercedes. Su iniciativa y ganas de ayudar han derribado barreras, fomentando un entorno más inclusivo y colaborativo. Gracias a su esfuerzo, ahora pueden comunicarse sin dificultades, convirtiéndose en un ejemplo inspirador de aprendizaje y crecimiento personal.

Fatiha es un ejemplo de dedicación y tenacidad. Al llegar a Cataluña desde Marruecos, aprendió rápidamente castellano y catalán para comunicarse mejor. Su capacidad de adaptación y ganas de seguir creciendo se reflejan en su trabajo diario en ISS. Con una actitud positiva, fortaleza y afán de superación, inspira a sus compañeros y demuestra que el esfuerzo y la voluntad pueden abrir nuevas oportunidades tanto personales como profesionales.

María José es encargada de un centro en Granada cuyo compromiso con ISS y con su equipo ha sido excelente. Gracias a su iniciativa, ha conseguido mejorar nuestro servicio en el centro y ha sido un apoyo muy especial y esencial para una de sus compañeras que se encuentra involucrada en un cambio vital; demostrando una gran dedicación y compañerismo.

Durante su jornada en un centro comercial de A Coruña, Cristina actuó con rapidez y precisión ante una emergencia sanitaria. Aplicó correctamente la maniobra de Heimlich a un bebé que se estaba ahogando, logrando que volviera a respirar y evitando una tragedia. Su intervención resalta la importancia de la formación en primeros auxilios y cómo estos conocimientos pueden marcar la diferencia en situaciones críticas.