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Por qué las experiencias en los espacios de trabajo son más importantes que nunca durante la COVID-19

El mundo laboral está cambiando. A medida que el lugar de trabajo cambia de espacios físicos a espacios remotos, ¿cómo mantenemos una cultura corporativa, una motivación positiva y un sentido de pertenencia?

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Las experiencias en los espacios de trabajo actúan como el pegamento que une la cultura de la organización. Mediante los momentos de servicio, los eventos de empleados y el diseño espacial, las instalaciones pueden convertirse en algo más que paredes y escritorios: se convierten en espacios donde las personas pueden hacer su mejor trabajo y de manera más productiva. Y disfrutar mientras lo hacen.

Pero en un mundo donde cada vez más profesionales se reúnen en línea, ¿necesitamos realmente experiencias en los espacios de trabajo? Según Signe Adamsen, responsable de Workplace Experience de ISS, las necesitamos más que nunca, además de un plan para contar con un modelo híbrido de experiencias en los espacios de trabajo in situ y de teletrabajo.

Un impacto duradero en el futuro del trabajo

La COVID-19 ha provocado cambios drásticos en la forma en que trabajamos. Gracias al mayor experimento de teletrabajo del mundo, estamos aprendiendo lo que funciona y lo que no. Los lugares de trabajo físicos suelen ser mucho mejores en cuanto a crear jornadas de trabajo saludables para las personas, con servicios de restauración más equilibrados y nutritivos, un entorno de trabajo más ergonómico, mejor calidad del aire e innumerables ventajas adicionales. Los empleados que trabajan con frecuencia desde casa pueden experimentar una falta de colaboración y comunicación, un sentimiento de desconexión y soledad, así como problemas de salud mental y física.

“Desconectar después del trabajo, los problemas de salud mental y un deficiente trabajo en equipo son solo algunas de las pruebas a las que se enfrentan ahora los trabajadores. Esto crea problemas de motivación de los empleados y puede acarrear un coste real para las empresas, tanto en términos de pérdida de productividad como de talento, ya que los empleados buscan oportunidades nuevas y más interesantes”.

Si bien el concepto de trabajar desde casa ha adquirido mayor relevancia en los últimos meses, el cambio hacia un modelo híbrido con una combinación de trabajo in situ y teletrabajo lleva bastantes años en marcha, desde mucho antes de que se produjera la pandemia. Los avances tecnológicos han desempeñado un papel importante en este desarrollo.

“La tecnología ha permitido condiciones de trabajo más flexibles a través de reuniones virtuales y plataformas en línea, por lo que los empleados de hoy tienen mayores oportunidades de colaboración y comunicación”, dice Signe. “Eso construye un puente entre el hogar, la oficina e incluso otros espacios, como las soluciones de co-working”.

Para las empresas dispuestas a ofrecer teletrabajo, existen enormes ventajas a la hora de contratar y retener a los mejores. Según un estudio reciente de Slack, el 72% de los empleados encuestados, cuyas funciones son más cognitivas, desean una combinación de trabajo de oficina y teletrabajo. Otro estudio reciente sugiere que el hecho de que los empleados tengan la flexibilidad de trabajar desde cualquier lugar puede aumentar la productividad en un 4,4%.

Esta tendencia deberá abordarse mediante estrategias relativas a los lugares de trabajo, tanto a corto como a largo plazo. Aumentará la demanda de grandes experiencias de servicio individualizadas que apoyen a los empleados que trabajan en la oficina, en casa o incluso en centros de reuniones dentro de la comunidad local, espacios donde la selección de tecnologías supera a la de la oficina en casa.

Para los empleados en régimen de teletrabajo, las experiencias tendrán como objetivo ofrecer flexibilidad en cuanto a dónde y cuándo trabajar, apoyar la productividad, la conectividad y el bienestar físico y mental, y garantizar que se cumplan las directrices de seguridad para empresas cuando trabajen fuera de la oficina. También desempeñan un papel decisivo en el fomento de un fuerte sentido de pertenencia a través de eventos virtuales, como concursos de preguntas y respuestas, yoga y otras actividades físicas.

En cuanto a la oficina física, será necesario subrayar su función como ámbito mutuo de colaboración, comunicación, innovación y celebración de reuniones informales en muchos formatos, a fin de atender las diversas necesidades de las distintas comunidades y culturas de trabajo. 

Las experiencias en los espacios de trabajo no suceden por casualidad. Están muy bien diseñadas y adaptadas a cada cliente.

Signe Adamsen, responsable de Workplace Experience del Grupo ISS

Conexión entre comunidades

Dado que el aumento del teletrabajo estaba muy avanzado antes de la COVID-19, ISS ya tenía experiencia con los clientes para aprovechar las ventajas de este nuevo panorama laboral. Junto con nuestros clientes y equipos de servicios, nos centramos en crear experiencias memorables en los espacios de trabajo que se traduzcan en una plantilla satisfecha y productiva, tanto si el lugar de trabajo es físico como virtual.

La construcción de la comunidad está en el centro de nuestro enfoque. Desde ideas a pequeña escala hasta iniciativas globales, nuestro equipo de experiencias en los espacios de trabajo adopta un enfoque de 360º para salvar la brecha entre el “trabajo como espacio” y el “trabajo como comunidad”.

“Trabajamos con nuestros clientes para apoyar su estrategia de negocio general y crear un plan basado en sus necesidades y en donde quieren estar”, dice Signe. “Las experiencias en los espacios de trabajo no suceden por casualidad. Están muy bien diseñadas y adaptadas a cada cliente”.

Además de proporcionar apoyo a los cambios de comportamiento para adaptarse a una cultura de trabajo híbrida, suministrar equipos de oficina en el hogar y establecer mecanismos de colaboración productiva, ISS asesora a los clientes sobre cómo formular nuevas estrategias relativas a los lugares de trabajo in situ y el teletrabajo. La transición a un nuevo enfoque híbrido de trabajo in situ y teletrabajo requiere una cuidada planificación.

El lugar de trabajo redefinido

La forma y el lugar en que trabajamos está cambiando y no hay una solución única para los desafíos que todos enfrentamos. De cara al futuro, el lugar de trabajo debe compensar los desplazamientos diarios de ida y vuelta, una experiencia centrada en el ser humano en la que los empleados se sientan seguros, sanos y capacitados. Ha de ser un espacio donde el diseño pueda propiciar comportamientos saludables y ofrecer una amplia gama de entornos para que cada persona pueda realizar su mejor trabajo.

Los KPI seguirán siendo los mismos que antes de la COVID-19: la atracción y retención de las personas adecuadas y la garantía de que sean productivas, además de los relativos a rentabilidad, transparencia, protección de la marca y consistencia. Sin embargo, las organizaciones tendrán que prestar mayor atención a la salud y el bienestar de las personas. Crear entornos de trabajo más seguros y saludables después de la COVID-19 también implica satisfacer mayores demandas de sostenibilidad, flexibilidad y excelentes experiencias de servicio cuidadosamente seleccionadas, independientemente del lugar donde las personas elijan trabajar.

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