Cómo los equipos de ISS están cambiando las vidas de las personas con capacidades diferentes 

En la actualidad, Juan Martínez es un experimentado operario de limpieza de ventanas en ISS España, donde forma parte de un eficiente equipo responsable de la limpieza en un banco de Madrid. Pero, hace unos años, Juan estaba desempleado y desesperado por encontrar trabajo. El problema era que Juan padece una condición que le impide registrar recuerdos a corto plazo. Puede aprender a hacer un trabajo sin ningún problema, solo que no es capaz de recordar si lo ha hecho hoy. 

Cuando Juan fue contratado por ISS España, su directora, Brígida Maldonado, ideó una solución simple: un sistema que utiliza ligas de hule en las perillas de las puertas para registrar que Juan ha limpiado una habitación. Para Juan, la oportunidad que le brindaron ISS y Brígida ha tenido un impacto positivo en su vida. 

“Cuando tienes trabajo, te sientes mucho mejor. Te sientes útil. Tener trabajo ha tenido un efecto muy positivo en mi vida. Me alegro de trabajar en una empresa en la que me siento cómodo. Estoy mucho más contento y relajado que antes”, asegura.

Parte de la cultura 

Juan es una de las casi 2,000 personas con capacidades diferentes que trabajan en ISS España (aproximadamente, el 5.5% del personal). Esto está muy por encima del nivel del 2% exigido por ley, pero sigue estando por debajo del objetivo del 6.1% de la empresa: el mismo porcentaje de personas con capacidades diferentes en la población en edad de trabajar.  

Según Eulalia Devesa, directora de Responsabilidad Social Corporativa, la diversidad en ISS España no tiene nada que ver con alcanzar objetivos o metas. Es el resultado de impulsar y apoyar constantemente una cultura que incluye a personas con diferentes antecedentes y habilidades. 

“Nuestro primer objetivo es incluir a todo el mundo como persona. Construir un lugar de trabajo inclusivo, donde las personas puedan conectarse, sentirse valoradas y contribuir, es, simplemente, parte de nuestra cultura, y algo de lo que todos aquí se sienten orgullosos. Sí, tenemos objetivos, políticas y procesos, pero lo que los determina es el compromiso con la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo”, dice Eulalia. 

El poder del empoderamiento 

Esta cultura está teniendo un impacto significativo. La Fundación ONCE, el grupo de defensa de las personas con capacidades diferentes más grande de España, y PriceWaterhouseCoopers completaron recientemente un estudio para medir el impacto que el empleo puede tener en las personas con capacidades diferentes. 

Como parte del estudio, se pidió a varios empleados con capacidades diferentes de ISS España que calificaran su calidad de vida (QoL, por sus iniciales en inglés) en una escala del 1 al 100. En promedio, los empleados asignaron una puntuación de 68.2 a su calidad de vida antes de empezar en ISS. Esta subió a 85, un aumento del 15.6%, después de empezar a trabajar con nosotros. Las mejoras más valoradas se observaron en el desarrollo personal, el bienestar emocional, los ingresos y la interacción social.  

“Los resultados revelan el impacto que puede tener el ir a trabajar en la autoestima, la confianza y la sensación de bienestar de una persona”, dice Eulalia. “Muchos de nosotros podemos dar por sentado estos sentimientos, pero si se te priva de la oportunidad de trabajar, dejas de sentirte útil o empoderado. Es muy gratificante formar parte de una compañía con una cultura que ayuda de esta manera”. 

Mayor número de personas con un propósito y una oportunidad de contribuir 

Actualmente, ISS España trabaja en estrecha colaboración con la Fundación ONCE y otras organizaciones para asegurar una buena integración y capacitación para todos los empleados. Y, como explica Eulalia, hay muchos empleados de ISS que contribuyen a hacer que la gente se sienta bien recibida y parte del equipo. 

“Revisamos constantemente nuestros procesos para asegurarnos de que funcionen para todos los empleados”, dice. “La comunicación es un buen ejemplo. Cerca de 300 de nuestros compañeros son sordos o tienen dificultades auditivas, así que tenemos que ajustar la forma en que nos comunicamos. Por lo general, es solo una cuestión de sentido común, como en el caso, por ejemplo, de la incorporación de subtítulos a los vídeos informativos. La clave consiste en hacer posible que todos se sientan incluidos y tengan la oportunidad de contribuir”.