La irrupción de la Covid-19 impactó en la forma de relacionarse, de interacción y de trabajar de las personas. Hoy, más de un año y medio después, las empresas siguen adaptándose a una realidad cambiante tras experimentar una de las mayores transformaciones sociales y tecnológicas de los espacios de trabajo de los últimos tiempos.
¿Hacia un modelo de trabajo híbrido?
La pandemia aceleró de manera drástica la penetración del teletrabajo, generándose, de manera indudable, una nueva relación entre espacios y personas. Una relación que en las últimas semanas se ha visto también marcada, en muchos casos, por una vuelta progresiva a las oficinas y en turnos que hace que los equipos se repartan entre el trabajo en remoto y la presencialidad.
En este sentido, se manifiesta una tendencia hacia ecosistemas laborales híbridos y de trabajo flexible, a los que se ha tenido que dar una respuesta, más inmediata de la deseada, a través de la implementación de soluciones digitales y automatización de procesos.
Las barreras actuales
Las empresas no pueden embarcarse en proyectos de transformación sin conocer las necesidades de sus equipos, por lo que el desafío pasa por medir ese clima social para encontrar respuestas a lo que las personas demandan y lo que el funcionamiento de la empresa necesita.
En la sesión que organizó ISS España con grandes empresas nacionales, se remarcaron la legislación, la cultura corporativa y la adecuación de los espacios de trabajo como las principales barreras a afrontar.
Las personas en el centro
La rápida reinvención de los espacios ha reducido algunas funciones de socialización y colaboración que la presencialidad ofrecía. En este sentido, se ha puesto de manifiesto que las oficinas son un espacio de conexión y un elemento muy importante para la productividad y el bienestar físico y emocional.
Escuchar activamente las necesidades de los empleados ha de situarse en el centro de la configuración del workplace. Unas necesidades que han variado tras la pandemia y que condicionan la reapertura y planificación de los espacios y dinámicas de trabajo.
Y, para responder a la necesidad de relación e interacción, las empresas deben buscar espacios de trabajo que les acerquen a sus equipos y que, al mismo tiempo, refuercen la cultura de la empresa.
Resulta indispensable trabajar para fomentar la experiencia de los empleados, porque, al fin y al cabo, cuando hablamos de oficinas, hablamos directamente de personas.
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