El sentimiento hacia la externalización está cambiando. Mientras que las empresas a finales de los 2000 estaban centradas en la internalización, como respuesta a los cambios en el sentimiento político, la deflación salarial y la alta oferta laboral; la realidad actual indica un aumento en el consumo de la externalización. Al evaluar los riesgos y beneficios de esta, ya no se llega a la conclusión de llevar los servicios "de vuelta a casa".
Los beneficios clave del outsourcing
Una externalización bien organizada puede aumentar la rentabilidad, mejorar la productividad, reducir los riesgos comerciales, aumentar la competitividad y permitir que las empresas centren sus esfuerzos en su negocio principal y en su ventaja competitiva.
La mayoría de las veces, ciertos trabajos se subcontratan a proveedores especializados en ese campo y tienen una mejor experiencia con procesos comerciales no esenciales. Naturalmente, el conocimiento y la experiencia en la realización de tareas a menudo dan resultados de mejor calidad y de manera más eficiente.
Imaginemos que estamos administrando una empresa que produce zumo de manzana. Probablemente seamos expertos en los métodos y procesos de producción específicos de este producto; y cosas como el Facility Management, la mejora de los sistemas de IT o los recursos humanos quedan fuera de estas competencias básicas. En este caso, puede que obtengamos una ventaja estratégica al externalizar estas labores a especialistas que puedan manejarlas de manera más eficiente y que tengan la experiencia necesaria para dirigir a la empresa en la dirección correcta.
Factores a considerar al externalizar
A pesar de que la subcontratación tiene muchos beneficios, se deben tener en cuenta los siguientes factores y consideraciones antes de tomar una decisión final.
¿Existe una ventaja competitiva al hacer las tareas in-house?
Si no eres una empresa de tecnología, puede que no sea necesario tener un departamento de IT interno. Siempre que la tarea / servicio no sea compatible con su producto principal, la subcontratación puede ser una opción rentable y estratégicamente sabia.
¿Es una necesidad temporal o recurrente?
¿La labor representa una necesidad temporal o es un evento de una sola vez? En ese caso, externalizarla a un tercero, que tenga la experiencia y pueda ofrecer un producto o servicio de calidad profesional, puede ser mejor opción que contratar un nuevo equipo de personas que posean las habilidades deseadas.
¿Se puede manejar de manera más eficiente (con respecto al conocimiento o costes) externamente?
En referencia a lo mencionado anteriormente, la experiencia en la realización de ciertos trabajos a menudo da resultados de mejor calidad y son completados de manera más rápida y efectiva.
¿Los costes del servicio son más bajos de lo que costaría en tiempo y mano de obra a la empresa?
Naturalmente, si un tercero puede cumplir la labor con un mejor rendimiento y por un coste menor que el que puede hacer internamente, la subcontratación puede ser una excelente manera de mejorar su balance.
Además de aclarar esas cuestiones, también se han de establecer las expectativas para una posible relación de externalización. ¿Te sentirías más cómodo con un enfoque convencional basado en transacciones que te mantiene a ti y a tu proveedor de outsourcing abstraídos del alcance de los acuerdos y contratos? ¿O preferirías adoptar un enfoque de externalización profesional que sea altamente colaborativo y permita relaciones de beneficio mutuo en las que ambas partes estén igualmente comprometidas con el éxito?
Hay muchas cuestiones y aclaraciones que hacer antes de tomar la decisión final de contratar a un tercero y encontrar al partner adecuado. Al fin y al cabo, lo único que cuenta es lo que cada uno cree que es necesario para seguir ganando en un entorno tan cambiante como el de hoy.